LOS CELOS INFANTILES
¿Qué son los celos infantiles?
Los celos
infantiles son un estado emocional caracterizado por el miedo a perder el
cariño o la atención de alguien importante para el niño. Se trata de una
emoción natural en ciertas edades, como reacción a una realidad nueva para el
pequeño y suelen evolucionar favorablemente.
¿Cómo actúa el niño cuando tiene celos?
Algunas de
las reacciones más frecuentes son:
- Tristeza
e infelicidad. Aparece el llanto más a menudo en situaciones en las que antes
no aparecía.
-
Negativismo. Suele responder con un "no" ante propuestas que antes
aceptaba con naturalidad.
- Lenguaje
infantil: Cuando los celos son debidos a la presencia del hermano pequeño, el
niño puede adquirir un lenguaje en el que imite al hermano.
- Conductas
infantiles: El hermano mayor suele adoptar conductas que ve en su hermano mayor
para recibir mayor atención: sentarse en la sillita del pequeño, chuparse el dedo, requerir el biberón o
chupete de nuevo, etc.
- Desequilibrio
en la alimentación. En algunas ocasiones, el niño pierde el apetito y se niega
a probar alimentos que antes comía con normalidad.
-
Alteración del sueño. El niño puede dormir peor y, en ocasiones solicitar
dormir en la cama de sus padres.
-
Alteraciones en el estado de ánimo. Esto sucede sin causa aparente.
- Conductas
desafiantes. En algunas ocasiones los niños que sienten celos pueden mostrarse
desafiantes ante sus padres o cuidadores. Pueden llegar a aislarse incluso de
sus iguales.
¿Cómo podemos favorecer la desaparición de los celos infantiles en la
familia?
Estos consejos
que os presentamos a continuación ayudarán a evitar la aparición de los celos o
a que estas reacciones emocionales se mantengan a lo largo del tiempo:
1. Evitar
dar demasiada importancia a las conductas celosas de los niños. No reaccionar
de manera exagerada.
2. Tratar
con atención y cariño de manera equitativa a los niños. Sin excesivas muestras
de cariño pero demostrando el amor y protección hacia ellos.
3. Fomentar
la colaboración de los niños en la familia: haciendo recados, colaborando en
las tareas de la casa, etc.
4.
Favorecer que los niños jueguen juntos. De esta manera aprenderán a respetarse
y a colaborar. Si ellos no saber hacerlo
por sí mismos, jugaremos con ellos para que la armonía entre ellos sea cada vez
mayor.
5. Educar a
los hijos en el control de sus emociones: tolerar pequeñas frustraciones,
alegrarse por la felicidad de los demás, etc.
5. Respetar
el espacio individual y de juego de cada uno de los hijos.
6. Fomentar
un clima de tranquilidad y protección en la familia.
7. Cuidar
mucho el respeto de las normas de la casa por parte de todos los hermanos.
8. Ayudar a
los hijos a expresar sus sentimientos y emociones con libertad.
¿Qué
conductas de los adultos debemos evitar?
Podremos ayudar a que los celos infantiles
desaparezcan, si evitamos algunas de las conductas que enumeramos a
continuación:
1. Evitar las comparaciones entre hermanos.
2. A no ser que exista una agresión, no tomar
partido en los conflictos de los hermanos. Enseñarles a que ellos mismos
solucionen sus problemas.
3. No excedernos en las atenciones a los pequeños
para fomentar su autonomía.
4. Evitar recompensar al "chivato".
5. Eliminar de nuestro vocabulario las
descalificaciones.
6. Equiparar los privilegios que reciben todos los
hermanos sin hacer distinciones.
7. No reírnos, burlarnos o hacer comentarios
irónicos ante conductas inapropiadas de los niños.
8. Evitar que el hermano mayor asuma en todo momento el cuidado de los
pequeños.
9. No fomentar la competitividad entre hermanos.
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Un saludo