miércoles, 25 de enero de 2017
NIÑOS MIMADOS, ADULTOS DÉBILES
Este es el título de un interesante artículo publicado recientemente en el periódico El mundo. Este texto nos plantea una seria reflexión sobre la educación que estamos dando a nuestros hijos.
Espero que os resulte interesante.
http://www.elmundo.es/papel/todologia/2017/01/11/5874d407268e3e6f3a8b45bc.html
domingo, 27 de noviembre de 2016
LA FIESTA DE LA LENGUA
Como
ya sabéis, este año nos hemos tomado muy en serio la prevención de dificultades
de aprendizaje de vuestros hijos. Por eso ya llevamos dos meses llevando a cabo
el Proyecto de Estimulación del lenguaje en 1º y de Estimulación del lenguaje y
Memoria en 2º de Infantil.

Además estamos realizando un registro fonológico individualizado de cada uno
de los niños. Es ahí donde podremos detectar las dificultades o carencias
que tendremos que atender. En breve recibiréis información sobre los resultados
de vuestros hijos y, en caso necesario, las actuaciones conjuntas que
llevaremos a cabo.
También
nos gustaría comunicaros que en la segunda evaluación os convocaremos a una
reunión donde podréis conocer el día a día de este proyecto y orientaciones muy
importantes para mejorar la expresión oral de vuestros hijos en casa.

¡Un saludo!
martes, 8 de noviembre de 2016
PROGRAMA DE DESARROLLO DE MEMORIA Y ATENCIÓN
Numerosos
estudios han demostrado que tanto la atención como la memoria desarrolladas de
manera temprana, fomentan que nuestros alumnos sean capaces de aprender de
manera más natural y efectiva.
Por
ello, el Departamento de Orientación de Educación Infantil y Primaria del Colegio
San Viator ha comenzado durante el mes de octubre la aplicación en las aulas de
3º de Educación Infantil de un innovador y ambicioso proyecto: el Programa de Desarrollo
de la Memoria y la Atención.
Este
programa interviene con todos los agentes educativos: alumnos, familias y
profesores. Los alumnos disfrutan mucho en las sesiones semanales que el
Departamento de Orientación realiza dentro de las aulas. La sesión comienza con
unos minutos de mindfulness que ayuda a despejar las distracciones de la mente
y centra la atención de los pequeños. Tras estos primeros minutos, se realizan
actividades vivenciadas, digitales y/o manipulativas, tanto individuales como
en pequeño y en gran grupo. Se trata de actividades lúdico-interactivas con el
objetivo de potenciar la capacidad de los niños de retener la información que
reciben diariamente y mejorar la atención tanto inmediata como mantenida.
Las
familias y su implicación son muy importantes, por ello recibirán asesoramiento
a través de orientaciones concretas del Departamento de Orientación y la
Escuela de padres del centro sobre cómo mejorar estas capacidades en sus hijos.
Por
último, la implicación de los profesores de aula es esencial. De manera
coordinada se dirigen unas consignas muy concretas a los niños durante toda la
jornada lectiva.
martes, 13 de septiembre de 2016
CÓMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON NUESTROS HIJOS
¿Somos realmente conscientes del
impacto que tienen nuestros gestos y nuestras palabras en nuestro entorno? Tal como afirma la psicóloga y pedagoga Cinta Alegret Colomé, es
imposible no comunicar, comunicamos incluso cuando estamos quietos y callados.
El poder de un silencio, de una
sonrisa, o de una mirada, nos dice que la comunicación es mucho más que
palabras. No se trata tanto de lo que decimos, sino de cómo lo decimos: ahí
está la diferencia.
Entrenar nuestras habilidades comunicativas
facilitará, y mucho, la relación con nuestros hijos.
- Creamos
credibilidad. Gracias a la comunicación creamos credibilidad,
tendemos puentes hacia la otra persona y potenciamos nuestra capacidad de
influencia. No se puede guiar a alguien por un puente si antes no se ha
construido.
- Escucha
activa. Es muy importante practicar lo que se denomina:
‘escucha activa’. Es decir, saber escuchar desde el otro, con los cinco
sentidos abiertos y olvidándonos de nuestro diálogo interno –juicios,
prejuicios, comparaciones, etc.–. Sin duda, esta es la base de la empatía.
- Buena
sintonía. Tenemos que sintonizar con los sentimientos de nuestros
hijos y con lo que nos quieren decir y expresar. Esta sintonía tiene como
punto de partida la armonía y el acuerdo. Se trata del contexto total que
rodea al mensaje verbal. Nos lleva a mimetizarnos el uno con el otro.
- Observar
siempre. Observar siempre sus expresiones, el tono de voz, los
gestos corporales... nos ayudará a calibrar, a analizar a nuestros hijos y
alumnos.
- Mostrar
interés. Muestra siempre tu interés por lo que te transmiten:
ideas, sentimientos, experiencias. Vive la experiencia como una
oportunidad de autoconocimiento. Los enemigos de la comunicación son la
prisa, el ensimismamiento y el no saber diferenciar lo importante de lo
urgente.
- Lenguaje
positivo. Utiliza siempre términos y expresiones formuladas en
positivo. El lenguaje positivo orienta hacia la acción, el negativo
bloquea. No juzgues en tus expresiones, ni compares a tu hijo con nadie.
Los juicios son una proyección de nuestra manera de ver el mundo. Las
comparaciones no ayudan a descubrir el potencial único de la persona.
- Mensajes
cortos y claros. Hay que emplear pocas palabras y claras; así el
mensaje se transmite con mayor claridad. El lenguaje debe ser comprensivo
y esperanzador para despertar en el que escucha oportunidades de expansión
personal.
- No
presiones... pregunta. Jamás presiones en una conversación
con tus hijos. Si lo haces, conseguirás el efecto contrario al esperado y
no se creará un ambiente de confianza. Es importante formular preguntas
para clarificar significados y captar el contenido con la máxima
exactitud. Si originas espacios para la reflexión le demostrarás tu
respeto.
- Confianza y
cariño. Es necesario que se genere un ambiente de confianza.
Favorece la apertura de la otra persona en el proceso de comunicación.
Utiliza un tono de voz adecuado, basado en el cariño.
- Una expresión
relajada. Mírale a los ojos y adopta una expresión facial
relajada y de apertura de cuerpo y brazos. Observa cuál es el aspecto
externo de tu interlocutor porque refleja una actitud interna y te ayudará
a descubrirla.
- Practica y
recuerda. Cualquier momento es bueno para poner en práctica todos
estos consejos que hemos comentado sobre comunicación verbal y no verbal.
Pero recuerda siempre que: el buen comunicador es aquel que habla poco,
escucha y observa mucho, y da más.
sábado, 2 de abril de 2016
"LO IMPORTANTE DEL DEPORTE NO ES EL RENDIMIENTO, SINO QUE DISFRUTEN LOS NIÑOS"
Esta semana en
nuestro blog, hemos entrevistado al jugador y entrenador-educador de baloncesto
Nacho Gella Ciprés.
Nacho –además de ser Licenciado en Psicopedagogía, Diplomado en Magisterio de Educación Física y Entrenador Superior de Baloncesto– cuenta con una amplia experiencia como docente y monitor deportivo. En los últimos años ha compaginado su trabajo como entrenador profesional de baloncesto, con la asesoría técnica y pedagógica a clubes deportivos y jugadores profesionales.
Nacho –además de ser Licenciado en Psicopedagogía, Diplomado en Magisterio de Educación Física y Entrenador Superior de Baloncesto– cuenta con una amplia experiencia como docente y monitor deportivo. En los últimos años ha compaginado su trabajo como entrenador profesional de baloncesto, con la asesoría técnica y pedagógica a clubes deportivos y jugadores profesionales.
En la actualidad es
el Coordinador General del Soles Training Camp, escuela de baloncesto de los
Soles de Mexicali (México) que cuenta con más de 500 niños y niñas. Además es
seleccionador de México SUB15 masculino, equipo con el que el pasado mes de
diciembre se proclamó campeón de Centroamérica.
Además en abril del año pasado -2015- salió a la venta su primer libro “NO TODO ES GANAR: Manual de buenas prácticas para el educador deportivo”.
Nacho, ¿cuáles dirías que son los valores más
importantes que transmite el deporte a los niños?
El deporte en edad
escolar sólo debe tener tres objetivos básicos. El primero y más importante es
que el niño/a se divierta. El segundo es ayudar en un correcto desarrollo
físico y cognitivo y, por último, enseñar a socializarse. A través del deporte
se aprende a relacionarse con los compañeros y el entorno.
¿Cuáles de esos valores crees que deberían potenciar
los padres y cuáles no?
Principalmente
deberían dejar que su hijo/a se divierta jugando. A partir de ahí buscar un
entrenador que ayude en la enseñanza de valores y sea un buen ejemplo de
humanidad y comportamiento para el jugador.
Por supuesto, dejar
completamente de lado el resultado o rendimiento deportivo, eso debe ser
completamente secundario.
¿A qué tipo de niños recomendarías un deporte
individual y en equipo?
Pues yo creo que
sería muy bueno que todos los niños practicaran uno individual y uno de equipo
en sus primeros años.
Con el individual
aprendes un poco más sobre el sacrificio, la importancia del trabajo y la
constancia; y con el de equipo aprendes a compartir, a trabajar en equipo o a
respetar el trabajo de los demás.
Con esto no quiero
decir que en ambos no se trabajen todos esos valores, solo que cada uno tiene
algunos que están más presentes.
¿Es bueno que si nuestros hijos no quieren hacer
deporte, insistamos en ello?
Pienso que es
fundamental que lo hagan, pero evidentemente el que ellos quieran y no el que
les guste a los padres.
Cuando un niño no
quiere hacer deporte es complicado pero creo que es porque se ha intentado
tarde. Si desde muy temprana edad se le orienta en eso como un juego, los
peques lo pasan bien y se enganchan al deporte.
¿Qué debemos hacer los padres si nuestro hijo quiere
integrarse en un deporte en el que vemos que no tiene muchas cualidades para él?
Apuntarlo, lo
importante del deporte no es el rendimiento que da. Lo que si tenemos que
intentar es buscar un club en el que lo tengan claro y le dejen disfrutar
independientemente de su nivel deportivo.
Cuando un niño termina un partido, qué mensaje debe
recibir de sus padres si ha ganado? ¿y si ha perdido?
Yo recomiendo que
le pregunte si se lo ha pasado bien. Si la respuesta es positiva… no hay más
que hablar. Si la respuesta es negativa hay que ver si es porque el niño no
entiende su papel o si nosotros y su entrenador somos los culpables de ello.
En la derrota debe
entender que es parte de la vida y que no pasa nada, que deben trabajar más
para mejorar. En la victoria debemos hacerles entender que la victoria es
consecuencia del trabajo pero que siempre habrá alguien que pueda ganarnos y
debemos seguir trabajando.
¿Cuál es el error más habitual que cometemos los
papás con el que te has encontrado a lo largo de tu carrera como entrenador?
Normalmente es
darle demasiada importancia al rendimiento. Muchas veces sin querer,
transmitimos a los niños mensajes incorrectos. No importa el resultado pero
luego protestamos a los árbitros, nos quejamos de la participación o no de nuestros
hijos…
Gracias Nacho por
tu entrevista.
Si queréis seguirlo en las redes sociales o poneros
en contacto con él, podéis hacerlo a traves de su Twitter: “CoachNachoG o
Facebook: Nacho Gella Basket.
miércoles, 9 de marzo de 2016
¿CÓMO AFECTA WHATSAPP AL DESARROLLO DE NUESTROS HIJOS?
¿Cuándo fue la última vez que nuestros hijos estuvieron un
día entero sin utilizar el Whatsapp? Esta herramienta de mensajería se ha
convertido en su aplicación favorita e inseparable; sin embargo, ¿somos
conscientes de que genera problemas de dependencia y control hacia su entorno?,
por no mencionar su negativa repercusión en sus estudios, fomentando la distracción y la falta de concentración.
Adolescentes y adultos utilizan cada día más las nuevas
tecnologías porque les gustan, les sorprenden. Lo extraño sería no usarlas, ya
que facilitan la comunicación con el mundo. Sin embargo, el abuso de estas
tecnologías, como por ejemplo el Whatsapp, puede terminar causándonos problemas
personales, de pareja, sociales, dificultades de estudio. Dafné Salamé
Palencia, Psicóloga Sanitaria, nos proporciona información sobre las
repercusiones de esta herramienta y las medidas que podemos tomar desde
nuestros hogares.
1- Obsesionados con la respuesta
inmediata. Con la
última función incorporada a esta aplicación, verificar si tu mensaje enviado
ha sido leído por el destinatario, aumenta su uso irracional y como medio de
control hacia los demás. A todos nos suena la típica frase: «No me contesta y
lo ha leído». No es bueno que los chicos se acostumbren a una respuesta
inmediata, dejándose llevar por la impaciencia. Enseñarles a ser más pausados
enriquece mucho más que vivir obsesionado con los minutos y segundos.
2-
Los gestos, el tono de voz, la
mirada... En
ocasiones, la situación se descontrola y acaba acarreando problemas obsesivos,
adición, ansiedad, depresión... Hasta el punto de no comprender comportamientos
de los demás, que terminan provocando conflictos sociales, amorosos o
malentendidos por sacar conclusiones apresuradas, debido a que la aplicación
nos limita al mensaje escrito, perdiendo elementos claves de la comunicación
–gestos, tono de voz, mirada...–. Es muy importante saber discernir cuándo
debemos parar, cortar, una conversación ‘online’ para mantenerla en persona.
3- Controlados y controladores. Paradójicamente, a los
adolescentes no les gusta ser controlados por los padres, sin embargo, les
encanta controlar a sus amigos o parejas. Esta costumbre de control no es
positiva ni para el ‘controlador’ ni para el ‘controlado’.
4- Distracción y bajo rendimiento
escolar. Ni que
decir tiene que Whatsapp se está convirtiendo en un obstáculo ante los
resultados académicos de nuestros hijos. Es uno de los principales motivos de
distracción en los estudios y del bajo rendimiento escolar, sin comentar su uso
en los centros educativos durante horario escolar. Ser estrictos en el momento
de estudiar es clave: los chavales deben dejar el teléfono móvil fuera de la
habitación y limitar su uso a los descansos.
5-
Los padres, siempre atentos y precavidos. Como ante toda información que
viaja por la Red ,
debemos ser precavidos. Internet no siempre es lugar seguro; debemos hacerles
comprender a nuestros hijos que no todas las apariencias son reales y que
debemos cuidar lo que se intercambia y se publica por su seguridad y privacidad
propia. Hay que permanecer muy atentos, nuestros hijos pueden estar sufriendo
‘ciberbulling’ (acoso en la Red )
de forma camuflada y difundiendo determinados mensajes peligrosos para su
seguridad.
6- Por un uso racional y responsable. Evidentemente, no podemos
transmitir a nuestros hijos que la tecnología en su globalidad es perjudicial
para los estudios o las relaciones sociales; pero sí debemos aprender y saber
educarlos en su buen uso, sobre todo, en estos tiempos que corren, que exigen a
los jóvenes estar presentes en las redes para su propio desarrollo personal y
profesional.
¿Cuándo fue la última vez que nuestros hijos estuvieron un
día entero sin utilizar el Whatsapp? Esta herramienta de mensajería se ha
convertido en su aplicación favorita e inseparable; sin embargo, ¿somos
conscientes de que genera problemas de dependencia y control hacia su entorno?,
por no mencionar su negativa repercusión en sus estudios, fomentando la distracción y la falta de concentración.
Adolescentes y adultos utilizan cada día más las nuevas
tecnologías porque les gustan, les sorprenden. Lo extraño sería no usarlas, ya
que facilitan la comunicación con el mundo. Sin embargo, el abuso de estas
tecnologías, como por ejemplo el Whatsapp, puede terminar causándonos problemas
personales, de pareja, sociales, dificultades de estudio. Dafné Salamé
Palencia, Psicóloga Sanitaria, nos proporciona información sobre las
repercusiones de esta herramienta y las medidas que podemos tomar desde
nuestros hogares.
1- Obsesionados con la respuesta
inmediata. Con la
última función incorporada a esta aplicación, verificar si tu mensaje enviado
ha sido leído por el destinatario, aumenta su uso irracional y como medio de
control hacia los demás. A todos nos suena la típica frase: «No me contesta y
lo ha leído». No es bueno que los chicos se acostumbren a una respuesta
inmediata, dejándose llevar por la impaciencia. Enseñarles a ser más pausados
enriquece mucho más que vivir obsesionado con los minutos y segundos.
2-
Los gestos, el tono de voz, la
mirada... En
ocasiones, la situación se descontrola y acaba acarreando problemas obsesivos,
adición, ansiedad, depresión... Hasta el punto de no comprender comportamientos
de los demás, que terminan provocando conflictos sociales, amorosos o
malentendidos por sacar conclusiones apresuradas, debido a que la aplicación
nos limita al mensaje escrito, perdiendo elementos claves de la comunicación
–gestos, tono de voz, mirada...–. Es muy importante saber discernir cuándo
debemos parar, cortar, una conversación ‘online’ para mantenerla en persona.
3- Controlados y controladores. Paradójicamente, a los
adolescentes no les gusta ser controlados por los padres, sin embargo, les
encanta controlar a sus amigos o parejas. Esta costumbre de control no es
positiva ni para el ‘controlador’ ni para el ‘controlado’.
4- Distracción y bajo rendimiento
escolar. Ni que
decir tiene que Whatsapp se está convirtiendo en un obstáculo ante los
resultados académicos de nuestros hijos. Es uno de los principales motivos de
distracción en los estudios y del bajo rendimiento escolar, sin comentar su uso
en los centros educativos durante horario escolar. Ser estrictos en el momento
de estudiar es clave: los chavales deben dejar el teléfono móvil fuera de la
habitación y limitar su uso a los descansos.
5-
Los padres, siempre atentos y precavidos. Como ante toda información que
viaja por la Red ,
debemos ser precavidos. Internet no siempre es lugar seguro; debemos hacerles
comprender a nuestros hijos que no todas las apariencias son reales y que
debemos cuidar lo que se intercambia y se publica por su seguridad y privacidad
propia. Hay que permanecer muy atentos, nuestros hijos pueden estar sufriendo
‘ciberbulling’ (acoso en la Red )
de forma camuflada y difundiendo determinados mensajes peligrosos para su
seguridad.
6- Por un uso racional y responsable. Evidentemente, no podemos
transmitir a nuestros hijos que la tecnología en su globalidad es perjudicial
para los estudios o las relaciones sociales; pero sí debemos aprender y saber
educarlos en su buen uso, sobre todo, en estos tiempos que corren, que exigen a
los jóvenes estar presentes en las redes para su propio desarrollo personal y
profesional.
Etiquetas:
adolescencia,
Familia,
Nuevas tecnologías,
padres,
Secundaria
sábado, 13 de febrero de 2016
CEREBRO DE PLASTILINA
No importa qué te haya pasado en la
vida o qué genes te hayan tocado; la forma en que usas tus pensamientos, puede
modificar la estructura y anatomía de tu cerebro.
E. Bachrach
Las
últimas investigaciones en neurociencia nos hablan de la gran plasticidad de
nuestra mente. El cerebro humano es lo más parecido a un trozo de plastilina; un
cúmulo de conexiones neuronales totalmente moldeables en función del uso que
hagamos de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos.

Es
vital conocer la naturaleza de la mente y ser conscientes de que podemos
elegir, en definitiva, cómo queremos ir por la vida y cómo queremos que lo
hagan nuestros hijos. ¿Cómo? A través del
entrenamiento. Al igual que los músculos del cuerpo humano, el cerebro a base
de práctica, puede aprender una manera
diferente de funcionar.
Quizá
no somos conscientes de lo mucho que influye en los niños la manera de pensar
que tienen los adultos. Muchas veces lanzamos sin darnos cuenta mensajes
negativos sobre cualquier situación que los niños recogen e interiorizan. Si
cambiamos estos mensajes, podremos modificar los pensamientos de
nuestros pequeños:
“Ponte
a estudiar el examen” “Prepara el examen y así podrás demostrar todo
lo que sabes.”
“Otra
vez lloviendo” “Genial, podemos buscar esta tarde el arcoíris”
”Otra
vez un atasco” “Chicos podemos a aprovechar el atasco para contarnos
cosas”
“No
me gusta que te portes mal” “Me
gusta mucho estar contigo cuando te portas bien”
“Me pones nervioso cuando haces….” “Me haces feliz cuando haces….”
“Tienes muchos deberes, date prisa” “Con tantos deberes puedes
enseñarme todo lo que has
aprendido.
” ¿Qué chapucería es esa?” “Si lo intentas más
despacito lo puedes hacer mejor.”
“No está mal” “Estoy
orgulloso de ti.”
"Me preocupo por ti" "Te quiero."
Cada día está lleno de vivencias para poder “entrenar” un pensamiento abierto y positivo que haga “callo” en la mente de nuestros hijos para que su cerebro se vaya modelando hacia una forma de vivir en la que, en lugar de obstáculos, perciban oportunidades.
Transmitamos
a los niños esta manera de pensar que supera lo “gris” de nuestros días para
que aprendan a buscar en cada circunstancia de la vida los colores que tiene.
Ésta es la mejor lección que podemos dejar a nuestros hijos.
Hagamos de los niños personas poderosas mentalmente y alcanzarán más fácilmente la felicidad.
Marta
Albás López
Orientadora
Educación Infantil y Primaria.
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